FAQ
Preguntas frecuentes
Sí, es una técnica no invasiva, no dolorosa ni molesta. Los sensores se colocan sobre la cabeza y únicamente registran la actividad cerebral.
Sí, el entrenamiento cerebral mediante neurofeedback permite que el cerebro logre aprendizajes permanentes.
Rara vez se pueden observar algunos de los siguientes efectos temporales: fatiga, cefalea, ansiedad y ligeros mareos.
El neurofeedback se ha utilizado durante más de 50 años, desde su desarrollo en las universidades de Chicago y California. Numerosos estudios clínicos demuestran efectos positivos en problemas como la ansiedad, los trastornos del sueño, los problemas de aprendizaje, la atención y/o hiperactividad, la depresión, la epilepsia, las adicciones y el trastorno de estrés postraumático. Además, existen estudios que respaldan su uso para mejorar el rendimiento cognitivo y deportivo. No obstante, en otras áreas la evidencia científica es aún incipiente, como en los casos de síndrome de fatiga crónica, trastorno bipolar, TEA y lesión cerebral traumática. Por otro lado, el neurofeedback cumple con los requisitos para la práctica clínica establecidos por la AACAP (Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente).
Sí, es totalmente compatible con otros tratamientos; aun así, recomendamos consultar a su médico para asegurar que no exista ningún conflicto con el tratamiento actual.
No se recomienda en determinados trastornos neurológicos, ni si ha sufrido recientemente un traumatismo craneoencefálico, un accidente cerebrovascular o si se ha realizado un trasplante capilar recientemente.
En la mayoría de los casos, a partir de la decimoquinta sesión se comienza a notar mejoría, aunque ciertos beneficios pueden ser perceptibles antes. No obstante, pueden ser necesarias hasta 40 sesiones en algunas situaciones, y no existe un límite máximo de sesiones que se puedan realizar.